Una Oración por La Paz

Escrita a partir de frases de los y las miembros de la congregación hispana

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Tanto nos afecta en nuestro diario vivir. El egoísmo, que pone a otros antes de yo, aparta del ser humano el ser completo. La violencia amenaza la paz en la familia y en el mundo entero. La intolerancia pone en riesgo la unión de familias y las relaciones de amistad.

A pesar de que tenemos a Dios, las experiencias que hemos pasado muchas veces nos da temor de seguir, al enfrentarnos a lo desconocido. Cuando se siente el dolor, se le va la fe, y es cuando más tendría que tener la fuerza.

Pero la oración y amor son la clave y armas poderosas.

Porque Dios lo es todo en esta vida, y Dios es un Dios de amor.  La violencia se apaga cuando Dios vive en cada persona, porque que Él es paz, y nos regala amor, para que nosotros regalemos amor.  Al amar a Dios, podemos amar a los demás como uno mismo. Al amar a los demás, estamos amando a Dios. Qué perdure el amor entre nosotros, y que enseñemos el amor en hechos y testimonios de nuestra vida.

Es fácil odiar y difícil a amar cuando muchas personas no aceptan a otras personas.  Pero el amor es más fuerte que el odio.  Juntos, podemos tener paz entre todos. El amor de Dios puede vencer todo sentimiento negativo. 

O Señor mío todopoderoso, yo sé que con oración podemos combatir cualquier cosa que nos quisiera dañar, y nada nos tocará, porque estamos contigo y tú con nosotros. Porque tú nos diriges, tú mandas.

​Toma control de este mundo y apacigua al temoroso.  Dále paz al corazón cansado.  Enséñanos a quitar las piedras del camino y a reprender al enemigo, para emprender un futuro lleno de prosperidad, para vivir lo que Dios tiene preparado y ver, oír, tocar, siempre cosas positivas, cosas nuevas.  

Señor, te pido que nos cambies y nos limpies para poder ser un instrumento tuyo y que los demás vean en nosotros y nosotras un reflejo de tu amor. 

Bendícenos, Señor, para bendecir.  Ayúdanos a ser unidos en la iglesia, a abrir las puertas y los brazos para todos, sin importar el color ni la raza. Ayúdanos a confiar en ti y tomar pasos que nos lleve más allá de mi confort, a salir del miedo, con la mirada puesta siempre en ti.

“Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto.”
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En nombre de tu hijo, al cual entregaste por amor. Amén.
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